Es una enfermedad que tiene como síntoma principal el dolor
de cabeza, usualmente muy intenso para
quien lo sufre. El dolor que la produce se debe a una dilatación de las
arterias situadas en el cráneo.
Una migraña es un
dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un
lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza
repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales,
neurológicos o gastrointestinales.
Generalmente empieza en personas entre 10 y 30 años de edad.
A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en
varones. Si se tiene en cuenta que más del 50 por ciento de las personas con
migraña tienen familiares que también la padecen.
Es una afección muy frecuente, de base
genética, que afecta a entre el 12% y el 16% de la población general, siendo la
incidencia más alta en las mujeres.
Hay otros tipos de
cefaleas o dolores de cabeza que se diferencian de la migraña, tales como la
cefalea tensional, más usual, la cefalea
en racimos y las cefaleas secundarias que pueden ser originadas por gripe, meningitis, traumatismos craneoencefálicos
y tumores cerebrales.
La enfermedad tiene
episodios de dolor agudo intercalados entre largos periodos libres de síntomas.
La frecuencia de las crisis es muy variable, se manifiesta de 1 a 4 veces al
mes que duran entre 4 y 72 horas, sin tratamiento.
El dolor puede estar precedido de manifestaciones
neurológicas variadas como trastornos visuales o sensación de hormigueo en labio,
lengua y la mitad de la cara. El dolor es muy
intenso, afecta a la mitad derecha o izquierda de la cabeza, más
raramente a ambos lados simultáneamente, acompañado por fotofobia, náuseas,
vómitos y empeora con actividad física.
Sus causas no han sido determinados pero se dan estos casos
de razones genéticas por Herencia en algunas formas especiales de migraña ya se
ha identificado el gen que la transmite situado en el cromosoma 9.
Edad: En la infancia la migraña se presenta por igual en
niños y niñas. A partir de la pubertad y debido a los cambios hormonales, se
dispara la incidencia de migraña en las mujeres.
Estrés y ansiedad: Es necesario aprender a relajarse, buscar
alguna distracción en momentos estresantes.
Hormonas: En menor medida pueden provocar irritabilidad,
anorexia, vértigos y mareos. La migraña suele empeorar con la ovulación y la
menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales. El embarazo, sin
embargo, suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran
extraordinariamente cuando desaparece la menstruación (menopausia).
Ingestión de alcohol y dieta: Algunos alimentos y bebidas
pueden desencadenar ataques de migraña. Por ejemplo, el alcohol, especialmente
el vino tinto o burdeos; las comidas con glutamato monosódico MSG; productos
que contienen tiramina; o las carnes en conserva con nitratos.
Falta o exceso de sueño: También puede ser un desencadenante
de la migraña.
Existen tratamientos que ayudan a disminuir o
calmar la migraña esto conlleva a acudir a un médico para llevar un control con
r fin de aliviarlas y prevenirlas dependiendo de su severidad y frecuencia.
Esta migraña puede ir acompañada de náuseas, los vómitos o la sensibilidad al
ruido o la luz.
Se recomiendan los Analgésicos. También se
debe evitar ciertos alimentos como el queso maduro, plátano, el chocolate,
café, ya que contienen ingredientes que pueden activar la migraña.

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