Este tema de depresión bipolar
es poco conocido por la mayoría de gente al tal punto que la mayoría de veces
es incomprendida. Hace años atrás se le denominaba “enfermedad
maníaco-depresiva".
Es un trastorno el cual comprende en fases “manía
o euforia y depresión”. La persona que padece este trastorno debe someterse a
un tratamiento psiquiátrico llevado por un profesional y el paciente debe tener
el apoyo y la paciencia de la familia.
La mayoría de los pacientes experimenta
aproximadamente entre 8 y 10 episodios a lo largo de su vida. Pero es sabido
que otros pacientes tienen episodios dependiendo mucho de las circunstancias y
forma de vida.
En realidad los tiempos en q el paciente
puede ser variable, y más si no se recibe un tratamiento que podría ser de 4
fases en un primer periodo de 10 años y tendencia a aumentar.
Muchas
veces los episodios siguen un patrón estacional (por ejemplo, el paciente se
encuentra en estado hipomaníaco en el verano y depresivo en el invierno) y
también depende su duración de acuerdo al paciente. Algunas personas se
recuperan por completo entre episodios y no experimentan ningún síntoma durante
años, mientras que otras siguen padeciendo de una leve aunque preocupante
depresión o tienen leves oscilaciones de humor.
Las oscilaciones rápidas de humor (ciclo
rápido) tienen más prevalencia entre las mujeres. Pueden ser desencadenadas por
un tratamiento antidepresivo. En casos graves, se pueden producir ciclos
rápidos incluso en un periodo de un día.
La
fase maníaca es un período de elevación del estado de ánimo, anormal, expansivo
e irritable, de al menos una semana de duración. El ánimo elevado es acompañado
por aumento de la autoestima que va de
una extraordinaria capacidad de entusiasmarse hasta una exaltación
desenfrenada. La irritabilidad se manifiesta con enfado cuando los que rodean
al paciente no se muestran acordes con él.
Una disminución de la necesidad de dormir,
lenguaje verborreico, fuga de ideas, distrabilidad, agitación, e implicación
excesiva en actividades placenteras que ponen en peligro su vida.
La fase depresiva es el polo opuesto de la manía. Es la fase donde
aparece un estado de ánimo depresivo, de una duración de al menos dos semanas,
durante el cual hay una pérdida de interés o placer en todas las actividades.
Esta fase es acompañada por sentimiento de
culpa, falta de concentración y toma de decisiones, el pensar en la muerte
tendencia al suicidio.
El porcentaje de la depresión bipolar es de un
1 a 2%, ósea, una a dos de cada 100 personas la presentan. El cuadro con
frecuencia comienza entre los 20 y los 50 años de edad, aunque también suele
presentarse durante la adolescencia.
Este
trastorno bipolar se detecta por unos
síntomas que aparecen en episodios con
periodos de humor normal en medio. No hay un patrón en ocurrir estos episodios, ósea en la duración de la
fase maniática y la fase depresiva. Estos episodios pueden darse en un periodo
de horas, días, semanas, meses o incluso años.
Síntomas de la fase Maniática:
Un periodo de humor anormal y persistentemente alegre, expansivo o irritable ,el
individuo es más comunicativo de lo común o presiona para seguir hablando
,atención dirigida con facilidad a estímulos externos poco importantes o
irrelevantes, aumento de la actividad destinada a lograr objetivos (ya sea en
el plano social en el trabajo o el colegio, o en el plano sexual) o agitación
psicomotriz ,excesivo entusiasmo en actividades placenteras pero con una alta
posibilidad de consecuencias dolorosas.
La alteración del humor es grave como ya que
afectará en su capacidad ocupacional, en la sociedad, relación con las personas
a sus alrededor pudiendo resultar en hospitalización
para evitar daños al mismo paciente u otros individuos.
Síntomas de la depresión :
Humor deprimido durante la mayor parte del día, poco interés o placer a las actividades durante el día, que se
da a diario, pérdida de peso
significativa sin estar a dieta o ganancia de peso ,Insomnio o hipersomnio
prácticamente todos los días, agitación o enlentecimiento psicomotriz
prácticamente todos los días, Fatiga o falta de energía prácticamente todos los
días, sentimientos de inutilidad o culpa excesiva o inapropiada, disminución de
la capacidad de pensar o concentrarse o indecisión, ideas recurrentes de muerte
(no sólo miedo a morir), ideas suicidas.
Los episodios agudos de manía
o depresión pueden incluir síntomas de psicosis . Los enfermos pueden tener
alucinaciones: oyen, ven o sienten la presencia de ciertas cosas que no están
ahí en realidad. Otro síntoma es el delirio: los pacientes tienen sólidas
aunque erróneas creencias que no pueden explicar de forma lógica.
Es importante señalar que las
personas con trastorno bipolar que padecen psicosis suelen ser diagnosticadas
de forma incorrecta como pacientes de esquizofrenia, otra grave enfermedad
mental.
Obviamente, cuando los
pacientes experimentan síntomas psicóticos, es necesaria una intervención
urgente por parte de un médico.
Cuando a una persona se le
diagnostican síntomas maníacos, puede experimentar estos síntomas en diversos
grados de gravedad que van desde leve o moderada a aguda. Lo mismo puede decirse
de los síntomas depresivos.
Hay veces en que una persona
puede tener síntomas de manía y depresión al mismo tiempo. Esto se conoce como
estados mixtos. Los síntomas suelen incluir agitación, dificultad para dormir,
variación notable del apetito, psicosis e ideas suicidas.
El TB produce una marcada morbilidad
(ruptura familiar, desempleo, caída en su estatus económico) y mortalidad como
lo muestra una tasa de suicidabilidad de hasta el 19%. El suicidio es más
frecuente en hombres depresivos.
Este trastorno bipolar se detecta por unos síntomas que aparecen en episodios con periodos de humor normal en medio. No hay
un patrón en ocurrir estos episodios, ósea
en la duración de la fase maniática y la fase depresiva. Estos episodios pueden
darse en un periodo de horas, días, semanas, meses o incluso años.
Los episodios agudos de manía
o depresión pueden incluir síntomas de psicosis . Los enfermos pueden tener
alucinaciones: oyen, ven o sienten la presencia de ciertas cosas que no están
ahí en realidad. Otro síntoma es el delirio: los pacientes tienen sólidas
aunque erróneas creencias que no pueden explicar de forma lógica.
El tratamiento varía, puesto
que primeramente se debe evaluar al paciente para luego determinar cuál será el
tratamiento a seguir. Hay como el tratamiento psiquiátrico que deriva en lo clínico
y/e intervenciones de psicoterapia.
Al analizar las distintas circunstancias
clínicas que puede presentar el curso de la enfermedad se discutirá el uso de
las benzodiazepinas y antidepresivos.
En un
tratamiento psicofarmacológico se da el uso de fármacos que han dado resultados
positivos.
Otro tipo
de tratamiento para poder estabilizar el ánimo es la utilización del litio. Este
tratamiento debe ser llevado en un control estricto por el especialista ya que también
puede tener efectos en el organismo.
Antes de iniciar el tratamiento tiroideo
deberá evaluarse la función cardíaca debido a que el aumento de la función
tiroidea puede agravar anginas o arritmias.
Anticonvulsivantes.
Ácido valproico: Es un ácido
carboxilico, disponible en tres preparaciones básicas: divalproato sódico
(preparado de cubierta entérica con iguales proporciones de las formas ácida y
sódica de la droga), ácido valproico y el valproato sódico.
Este tema es bastante amplio, y para llevar
un tratamiento efectivo, que por lo visto hay varios tratamientos, uno de los
más conocidos es con el litio.
Como
todo tratamiento siempre se recalca la voluntad del paciente en reconocerlo y
de vital importancia es el apoyo de la familia, y el recurrir a un especialista
,lo cual da motivo a que la recuperación
del paciente sea más rápida.
¿Qué te pareció el tema? Si tienes alguna opinión me gustaría saberla y
obviamente tus experiencias
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